lunes, 26 de abril de 2010

Life on planet Lee

El cine de Spike Lee me hace acordar a mi casa. En mi casa se respeta y escucha jazz, de todo tipo, pero, en especial Miles Davis (mis padres tienen una gran devoción hacia el trompetista desde dvds, colección de discos hasta cuadros en la pared del living familiar), hay varios discos de Maceo Parker, Kenny Garrett, por decir algunos entre tantos otros, los que yo, hasta el día de hoy, escucho y disfruto y que siempre tienen su espacio en mi mp3.

Me acuerdo la primera vez que vi una película de Spike Lee, eran las seis de la mañana y estaban dando “Crooklyn”, mi papá se levantó para ir a trabajar, vio que estaba despierta y me fue a saludar, miró un minuto el tele y dijo: “Ahh, Crooklyn esta es de Spike Lee, mirala que te va a gustar”, dicho y hecho, quise ver más películas de este hombre del cual no sabía nada, así que le pregunté a mi mamá, que me buscó entre un desastre de VHS “Do the right thing”, y como mi padre me había dicho, me repitió: “Mirala que te va a encantar, es muy buena”. Tener dos padres cinéfilos y querer estudiar cine puede ser tanto una tortura como una bendición, en casos como los de Spike Lee se los agradezco.



 

Una de mis principales dudas es: ¿Por qué pasan las películas de Spike Lee a horarios insólitos o el “cultural horario” de las dos de la mañana?, son films muy difíciles de encontrar en ediciones DVD y VHS, más aún viviendo en un pueblo como lo es Bahía Blanca, pueblo disfrazado de ciudad o que se cree ciudad. Un día estaba haciendo zapping y eran más o menos las dos o tres de la mañana y pare en TNT porque estaba empezando una película, para mi suerte “Mo’ Better Blues” doblada terroríficamente al castellano como: “Más es mejor” sí, la película estaba doblada al español por lo que su eficacia se reducía a la mitad, pero no me importó la disfruté igual y hace poco pude conseguir la edición original en inglés. Otro día me sucedió algo parecido, eran las dos de la mañana no me podía dormir estaba haciendo zapping y en Cinemax había empezado un film donde había un autobús y, afroamericanos de Brooklyn no tardé más que un par de tomas en darme cuenta por los diálogos y las imágenes que estaba frente a otra película de Spike Lee “Get on the bus” o “La marcha de un millón de hombres” otra vez el dilema de los títulos y su doblaje.

Spike Lee muestra y conjuga mejor que nadie las imágenes y la musicalización algo lógico en “Mo’ Better Blues” ya que se trata de la vida de un músico de jazz, pero también en “Crooklyn”, “Do the Right Thing” y las musicales escenas de “School Daze” su ópera prima. Spike Lee transmite lo que conoce y lo denuncia, en el caso de “School Daze” las fraternidades, la educación privada, en “Do the right thing” el odio, la justicia por mano propia, la indignación y (si se quiere) la raza se ve reflejado durante todo la película pero de manera más intensa en la última escena de la pelea y destrucción de la pizzería. A veces siento que todo el mundo debería ver una película de Spike Lee y no la del robo del Banco alguna de sus primeras películas, sin embargo cada vez que pienso en eso recaigo en el artículo de Daney: “Resnais fue el cineasta que me sacó de la infancia (…) Al final de una entrevista (…) tuve ganas de hablarle del impacto que “Hiroshima, mon amour” había producido en mi vida, lo cual me agradeció con un aire seco y distante, como si hubiera elogiado su nuevo impermeable. Me ofendí, pero estaba equivocado: las películas que miraron nuestra infancia no se pueden compartir ni siquiera con su autor”. Ya no me molesto cuando la gente no conoce a Spike Lee agradezco de conocerlo yo, porque yo se lo que significa para mí, ver un film de Lee es como estar en casa en cualquier lado donde se lo mire.

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