lunes, 19 de abril de 2010

Estamos en Tierra de Nadie pero es mía.

Crítica Alicia en el País de las Maravillas para Therapyofterror.com 

Si hay algo que Tim Burton sabe hacer es conjugar relatos, mezclar historias ya existentes, por ejemplo, a la hora de adaptar “Charlie y la Fábrica de Chocolates” el guión tuvo otro agregado “Charlie y el Elevador de Cristal”, lo mismo hizo con “Alicia en el País de las Maravillas” a la cual le sumó “Alicia a través del Espejo”, continuación del relato original.

Si bien empecé a leer la novela de Lewis Carroll, aún no la termino, no porque me parece densa o desinteresada, solo que, es una novela de suma complejidad, al igual que su film, “Alicia…” esta abarrotada de efectos especiales con respecto al País de las Maravillas, pero, en su secuencia inicial nos muestra otra cosa: un mundo aristocrático típico (avaricia, casamientos arreglados, interés, infidelidad, etc), donde Alicia es tratada como loca por imaginar y ser un poco colgada, lo que va a dar pie al relato fantástico que le sigue.

El País de las Maravillas, es un lugar donde la ética y la moral no existen, un lugar sucumbido por un régimen totalitario, el de la Reina Roja, en un papel brillantemente interpretado por Helena Bonham Carter, en donde Alicia debe matar a una criatura (Jabberwocky) para que la Reina Blanca (Anne Hathaway) vuelva al trono y la paz se restituya, que haya democracia, vuelva la ética y la moral.

La historia se mantiene por los personajes secundarios, el Sombrero Loco es increíble, un revolucionario anarquista que lo único que quiere es que la Reina Blanca vuelva al poder. Es muy interesante ver como sin la utilización de diálogos explícitos y aprovechando los grandes dotes actorales de Depp el Sombrero Loco se enamora de Alicia y viceversa es por esos primeros y primerísimos primeros planos que la actuación de Johnny Depp junto con la de Bonham Carter se destacan por sobre las otras.

Otro punto aparte es el habla y el lenguaje utilizado, cada vez que el Sombrero Loco habla las oraciones son distorsionadas y es como si fuese una especie de anagrama que solo algunos pueden entender (más específico: los que están en contra del reinado de la Reina Roja), pese a la locura que puede suponer esto, hay una enorme lógica detrás, Lewis Carroll era matemático y “Alicia en el País de las Maravillas” es una obra literaria que tiene elementos de la lógica matemática.

El film tiene su infaltable esencia Burton, tanto en la dirección artística como en la historia recreada, no falta el humor negro característico del cine burtiano y, definitivamente no es una película para niños, por suerte pude ir a la función de la noche (que es la subtitulada) y aún así había pequeños, que gritaron y lloraron las casi dos horas de la película.

Muchos se han sentido estafados por la versión de Burton, que en muy poco se parece a la original de Disney y al libro, es por eso que lo que Burton hace es una libre adaptación del relato (tal y como lo hizo en “Charlie y la Fábrica de Chocolates” dándole un perfil psicológico a Willy Wonka), toma algunos elementos y distorsiona otros, se da la libertad para cambiar y retorcer la historia y cuando eso pasa al espectador le molesta y tiene tendencia (al menos la mayoría con los que he comentado el film) a bastardear y rebajar la película “porque no se parece al libro”. El cine de Burton es cine de autor.



Con respecto al título de la crítica, es una frase de una canción de Sui Generis “Alicia en el País”, cuya interpretación original hace referencia a la Dictadura Militar que hubo en Argentina desde el ’76 al ’83, desvirtuando totalmente el significado/interpretación de la letra he decidido poner la parte “estamos en tierra de nadie pero es mía” porque cuando Alicia está en el País de las Maravillas, nadie cree en ella y todos la ven como una “impostora” siendo Alicia la “creadora” del mismo país.

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